sábado, 21 de julio de 2007

barcelona


Las torres del templo de la Sagrada Familia presumían de belleza en la mediterránea noche de Barcelona.
A su lado, unas amarillas e impertérritas grúas las flanqueaban para ofrecer al transeúnte un contraste cuando menos singular.
Recorto las calles y busco ausencias.
En otro lugar, Colón en su estatua no logra conciliar el sueño.

1 comentario:

Mimi dijo...

"Belleza, prolongación de lo infinito y cosa inútil, belleza, belleza, madre de la sabiduría, colosal lirio de aguas y humo, aguas y humo sobre un atardecer, extraordinario como el nacimiento de un hombre... —¿Qué quieres conmigo, belleza qué quieres conmigo?...".