La máscara se dirige a mí para preguntarme por su ciudad. Quiere recordar la belleza que allí habita y cómo se muestra en diversos niveles, cómo conjuga con singular destreza simetrías y asimetrías, colores y formas.
Un sentimiento de urgencia interior me persigue al espiritualizarse esta noche y no comprender qué espera de mí la máscara ni cuándo debo relacionarme con la presencia que aún transita este espacio.
Dejemos que fluya el agua por el Gran Canal y que las visitantes contemplen su perfección reflejada en el mismo.