miércoles, 27 de junio de 2007

pisa




Pisa me recibe calurosa y bella, dorada por el Sol de la Toscana. El Arno camina lento hacia su final mediterráneo.

Los vencejos vuelan raudos en la Piazza dei Cavalieri en trayectorias curvilíneas y zigzagueantes. No dejan de asombrarme, es algo formidable.

1 comentario:

Mimi dijo...

Cada adjetivo que escribes es más bello si cabe.