lunes, 10 de diciembre de 2007
aislado
Hace unos días, en el extranjero, un cúmulo de circunstancias originaron que estuviera en cierto sentido incomunicado: sin correo electrónico ni teléfono móvil un par de días. La sensación fue ciertamente extraña, perturbadora, frisando el desasosiego. ¿El tributo de la Sociedad de la Información o la claudicación de la postmodernidad?
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2 comentarios:
Cuando una persona es capaz de sobrevivir sin el ordenador y el teléfono móvil, podemos decir que es prácticamente libre.
Pero claro, una cosa es que te veas forzado a prescindir de esos objetos y otra, que tú lo decidas.
Parecemos arañas: tejemos la Red.
parece imposible imaginar aquellos viajes transoceánicos del siglo pasado
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