domingo, 2 de septiembre de 2007

florencia



El David de Miguel Ángel destila una perfección sublime a pesar de cierta falta de realismo en la anatomía. Contemplar la estatua en la florentina Galería de la Academia es un deleite para quien se impresione con la pureza de formas y el equilibrio en la composición artística. El ligero "contrapposto" que se aprecia en la escultura habla, desde la elocuencia de su silencio, de un movimiento contenido que da una increíble ligereza al poderoso bloque de mármol de Carrara.


¿"Terribilità"?

2 comentarios:

beita dijo...

La irregularidad, es decir, lo inesperado, la sorpresa o el estupor son elementos esenciales y característicos de la belleza.
Bauudelaire

Mimi dijo...

"¿Es posible cansarse de la belleza?". Me remito a tus palabras.