Las playas de Boca del Rio yacen bajo un sol penetrante, que todo lo inunda. El calor del Golfo no se despereza, cae sin cesar sobre los restos de unas dunas que añoran su pasado y una mayor cultura medioambiental. A una distancia prudencial, los "mega containers" esperan pacientes para entrar en el puerto de Veracruz.
San Juan de Ulúa aún recuerda a los españoles.
miércoles, 11 de mayo de 2011
Boca del Río
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