sábado, 9 de enero de 2010

fotografias en Finisterre


Fotografiar siempre es un desafío: el desafío moral de desechar gran parte de la realidad visual percibida y quedarse tan sólo con la pequeña parcela que delimita el encuadre.
Ello es incluso más difícil en Finisterre por la simbiosis entre olas y acantilado, por la exuberante panoplia de colores del oeste y por el anhelo de América.
El fin del mundo y el principio del océano.

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